Historia de la Iglesia Católica de San Henry
A diferencia de las parroquias a las que pertenecía la mayoría de los habitantes de St. Henry antes de establecerse allí, esta nueva parroquia carecía de historia, tradición, interés común y lugar de culto designado. Es cierto que un letrero anunciaba que este era el sitio de la "futura" Iglesia Católica. Esta parcela de unas seis hectáreas había sido adquirida por la Arquidiócesis algunos años antes por consejo del Reverendísimo Arzobispo Coleman F. Carroll.
Se anunció que la nueva parroquia de San Henry se formaría con demarcaciones, párroco y poco más que un nombre. En junio de 1969, el recién nombrado párroco, el padre Brendan Grogan, llegó al lugar y se enfrentó a la imposible tarea de encontrar un lugar para la celebración de la misa. Pero Dios lo acompañó; pudo alquilar el auditorio de la escuela secundaria Northeast y el hipódromo de Pompano. Esto requería que el padre Grogan celebrara las misas dominicales en la escuela secundaria a las 9:00 a. m., el hipódromo a las 10:00 a. m. y de regreso a la escuela secundaria a las 11:00 a. m., para poder acomodar a los feligreses. Esperaba encontrar pronto asistentes o, de lo contrario, necesitaría un caballo veloz.
Al darse cuenta de que una iglesia no estaba a la vista en un futuro próximo, el Padre Grogan alquiló tres almacenes en la calle 53 y, gracias al esfuerzo de los feligreses, convirtió dos de ellos en un salón y el tercero en una capilla. Dos años después, debido a la falta de espacio para estacionar, se vio obligado a regresar a la escuela secundaria para las misas de los sábados y domingos y a alquilar otro almacén más pequeño en la extensión de North Andrews para las misas diarias y las funciones parroquiales.
El espíritu de San Henry que prevalece hoy se manifestó en octubre de 1972, cuando el Padre Grogan convocó a un grupo de feligreses para ayudar a organizar y dirigir una Campaña de Fondos para la Construcción. Unos 100 hombres y mujeres respondieron al llamado; se nombraron capitanes, la campaña fue dividida por un presidente general, y el éxito de la campaña se manifestó en la hermosa estructura de la Iglesia de San Enrique, terminada en 1974 e inaugurada por el Arzobispo Coleman Carroll el sábado 14 de diciembre de 1974, en una impresionante misa de dedicación.
El Padre Grogan estaba muy contento de mudarse del almacén y la pequeña "casa en la Sexta Avenida" a la hermosa rectoría, también construida junto a la iglesia. Muchas parroquias de la Arquidiócesis han tenido diversos comienzos, pero San Enrique era la única que oficiaba misas en un hipódromo. Una vez terminado el edificio de la iglesia y el salón, las organizaciones parroquiales no tardaron en iniciar las actividades necesarias para financiar la parroquia. Muchas actividades sociales fueron patrocinadas por el Gremio de Mujeres y el Club de Hombres, las clases de CCD se impartían los domingos por la mañana, y para la temporada de 1975, el Obispo Nevins ofició las ceremonias de la Primera Confirmación, luego la hermosa Liturgia de Semana Santa y la recepción de la Eucaristía de la clase de Primera Comunión el Jueves Santo. Nuestro párroco recibió dos asistentes: el Padre Harold Masterson y el Padre Warren Brau. En 1978 tuvimos nuestro primer carnaval en los terrenos de la parroquia, la gran rifa de un Pontiac Firebird y el ganador anunciado en la Feria de St. Henry en diciembre.
Las Locuras de San Enrique, dirigidas por el Padre Braun, fueron un éxito rotundo y se repitió en 1977. Tuvimos tanta gente que tuvimos que ir al salón de San Clemente para ver la producción. ¡Nuestro elenco de feligreses fue realmente increíble, un talento oculto! La programación de nuestro calendario se multiplica y el salón se mantuvo abarrotado de todo tipo de eventos sociales, como la Fiesta de San Patricio, Fiestas de Cartas, Bingo, Cenas Compartidas y la celebración del aniversario del Padre Braun. Los años pasaron rápidamente y en mayo de 1979 celebramos el décimo aniversario de la fundación de la parroquia con una procesión especial de todos los feligreses y una hermosa liturgia, seguida de una fiesta en el salón.
Con el paso de los años, la gente de St. Henry creció en número y gracia, y nuestro querido párroco contó con sus devotos asistentes. El Padre Frank Lucy se unió a nosotros y vivió en una gran casa rodante junto a la rectoría. En 1980, nos entristeció mucho saber del traslado del Padre Grogan a la Parroquia de St. Andrews en Coral Springs. En su fiesta de despedida, agradeció de corazón a quienes lo acompañaron en la ardua labor de establecer una parroquia desde el principio.
En el verano de 1980, el Padre James Reynolds, de St. James en Miami, tomó la I-95 y buscó nuestra iglesia entre los almacenes de North Andrews. No tardó mucho en ver la necesidad de un salón parroquial independiente. Inmediatamente, estableció y se reunió con el Consejo Parroquial y propuso su singular idea para iniciar una recaudación de fondos para la construcción del salón parroquial. Préstamos de $1,000 sin intereses, a devolver en tres años, que fueron aceptados por una abrumadora mayoría de los feligreses. Pronto comenzó la construcción y, para 1983, bajo la atenta supervisión de nuestro nuevo asistente sacerdotal, el Padre Joseph Hompes, el salón se terminó y fue inaugurado en mayo de 1983 por el Arzobispo McCarthy. Una nueva era había comenzado para nuestra parroquia.
El ritmo se acelera con nuestro nuevo y dinámico párroco, con el primer Baile de Navidad, una jornada de puertas abiertas en la parroquia, bingo todos los martes, desayunos familiares mensuales patrocinados por el Club de Hombres, fiestas, cenas y reuniones de decanato patrocinadas por nuestra Asociación de Mujeres. El inicio de "Henry's Hideaway" comenzó con la donación de un antiguo restaurador de un bar y equipo de cocina para nuestro nuevo salón. El bar se reconstruyó e instaló en una habitación al fondo del salón y se convirtió en Henry's Hideaway, un club privado con licencia estatal y un barman a tiempo completo. El Comité de Rectoría supervisa de cerca a los miembros y se aplican estrictamente todas las regulaciones locales y estatales. Este evento generó una gran controversia y los medios de comunicación se hicieron eco de ello: la revista Time visitó el lugar y obtuvo una entrevista exclusiva con el Padre Reynolds, quien también apareció en el Noticiero Nocturno de Tom Brokow el 14 de agosto de 1984. El arzobispo McCarthy respondió a las críticas que "El Escondite de Henry" era un experimento pastoral para ofrecer un lugar de encuentro acogedor fuera de los bares comerciales. Si bien el arreglo conlleva ciertos riesgos, espera que se cree un ambiente acogedor con un sentido de responsabilidad cristiana similar al de un buen hogar cristiano.
La vida espiritual de la parroquia continúa con la devoción anual de las Cuarenta Horas. Durante todo el año se celebra la Novena sabatina a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y la visita anual del Padre William McKeon para dirigir una Misión a la Santísima Virgen. Además, a lo largo del año se celebran misas diarias y liturgias dominicales, días de recogimiento y miniretiros, misas especiales, misas de aniversario para todas las parejas de la parroquia, confirmaciones, primeras comuniones, liturgias de días festivos y Semana Santa, así como todas las clases de Biblia, clases de la Congregación para la Doctrina de la Fe, bodas, funerales y misas conmemorativas, todo ello parte habitual de la vida espiritual de una parroquia.
Cada año, el Comité de Rectoría, encabezado por nuestro párroco, publica un programa de actividades que ocupa una hoja tamaño oficio por ambos lados. Espectáculos de variedades, cenas con baile y eventos especiales como Ink Spots y la Banda Guy Lombardo, que se celebran en el salón parroquial. Además, eventos especiales como las Reuniones del Distrito Norte de Broward, organizadas por el Gremio de Mujeres, la Conferencia Pre-Cana, las Reuniones del Sínodo y los eventos y reuniones de los Caballeros de Colón. Exposiciones de antigüedades y celebraciones parroquiales especiales de aniversarios sacerdotales durante el año. El alquiler del salón para bodas y otros eventos, especialmente durante los meses de verano, y, por supuesto, el bingo semanal, mantienen este salón en plena actividad todo el año.
Otro gran acontecimiento fue la construcción de la rectoría y la conversión de la antigua rectoría en oficina parroquial en la sala de conferencias parroquial en el salón.
Esta maravillosa parroquia ha crecido a pesar de su ubicación apartada, con nuestro párroco fundador, el Padre Grogan, quien nos guió en nuestro camino, y continúa hasta el día de hoy con nuestro maravilloso párroco, el Padre Francis Akwue, CSSp. Hemos crecido y nos hemos convertido en la Familia de San Henry, con Espíritu, Amor y Unidad, un Pueblo de Dios, mirando hacia el futuro y más allá, agradeciendo a Dios por sus abundantes bendiciones en el camino.
Desde 2005, cuando Monseñor Reynolds se jubiló, la parroquia ha estado dirigida por el Padre Francis Akwue. Él ha supervisado con éxito la finalización de las renovaciones, que incluyeron la adición de una fachada a la entrada principal de la iglesia en la avenida Andrews y la calle McNab. La ceremonia de colocación de la primera piedra se celebró en marzo de 2014 y la construcción se completó en tan solo 11 meses, tras cuatro años de recaudación de fondos.
Un montón de arena para la ceremonia de colocación de la primera piedra contenía ocho piedras con los nombres de los feligreses y el personal de la iglesia. Las piedras se colocaron en los cimientos de la nueva fachada.
Justo antes de Navidad de 2014, los feligreses de la Iglesia de San Enrique celebraron tres hitos importantes en la historia de su parroquia: el 45.º aniversario de su fundación, el 40.º aniversario de la dedicación de la iglesia parroquial y la recién finalizada ampliación que ha dado una "nueva cara" al edificio de la iglesia.
Cientos de personas acompañaron al arzobispo Thomas Wenski en la misa y bendición del 20 de diciembre de 2014. "Felicito a su párroco, el padre Francis, y a todos ustedes, por concluir con éxito esta obra de renovación aquí en San Enrique", dijo el arzobispo durante la homilía. "Esto es más que una simple remodelación; implicó una reconstrucción importante, y los resultados hablan por sí solos".
"Estas mejoras solucionaron algunos problemas clave, además del atractivo de la acera", dijo David Prada, director sénior de la Oficina de Edificios y Propiedades de la arquidiócesis. "El primero fue dotar a la parroquia de un punto de recogida cubierto; el segundo, la incorporación de salas de juegos para familias con niños pequeños".
A diferencia de la mayoría de las iglesias, la de San Henry nunca tuvo entrada principal. Los feligreses entraban por las puertas laterales en los lados norte y sur del edificio. "Por fin, la Iglesia de San Enrique tendrá una fachada apropiada", dijo David Prada, director sénior de Edificación y Construcción de la Arquidiócesis de Miami. "Tener que entrar por las puertas laterales para bodas y funerales era ridículo", dijo Louise DiPretoro, secretaria parroquial de 1981 a 2008. "Y cuando llovía, la gente se empapaba".
“Claro, todo esto da la idea, linda idea, de ampliar la iglesia sin añadir muchos metros cuadrados y le da una presencia que nunca tuvo, espacios útiles para reunirse, una sacristía, techo nuevo y confesionarios”, agregó Prada.
"Este fue un proyecto especial en el que participar, ya que soy feligrés", dijo Brian Herbert, arquitecto del proyecto de la firma Gallo Herbert Architects. "Mis padres fueron miembros fundadores de la parroquia. De hecho, recuerdo haber sido monaguillo en la ceremonia de inicio de obras de la iglesia. Es un placer haber formado parte de esto, de diseñarla y construirla".
Durante la fase de construcción del proyecto de remodelación, feligreses de larga data, fundadores y otros dejaron su huella en la estructura al firmar con sus nombres las piedras que se colocaron en los nuevos cimientos. Este significativo detalle simboliza que el trabajo de la gente es lo que impulsó el crecimiento de la iglesia; todo para la gloria del Señor.
"I am so happy, so very, very, happy" said Father Akwue. "This has been in our minds for such a long time. We've been dreaming and planning this for so long that even some that donated money towards it didn't live to see the project fulfilled."
"My hope for the future of the parish is to see more families, especially with children, become more involved even if that means coming here from other areas," Father Akwue said. "Those families will shape the future of the parish."